
Los bancos de Arabia Saudita han elevado el nivel de alerta porque temen que Israel lance un ataque contra sus sistemas de computación, según un reporte de la cadena de noticias al Arabiya.
La preocupación saudita se produce tras las declaraciones del gobierno israelí. Jerusalén considera que "la filtración de los datos de las tarjetas de créditos de sus ciudadanos es una violación contra su soberanía, comparable con un acto terrorista, que deber ser respondido".
La cadena saudita afirma que los departamentos de protección de datos de varias entidades bancarias sauditas han elevado el nivel de alerta ante la posibilidad de un ataque informático contra sus sistemas. Además, los bancos elevaron sus sistemas de seguridad, las medidas disuasivas y la vigilancia frente actividades sospechosas.
Diputada arroja agua a un colega laborista en el Parlamento de Israel

Una diputada del partido Israel Beteinu lanzó hoy un vaso de agua a un compañero laborista que la había llamado "fascista" durante una sesión en la Comisión de Educación del Parlamento (Kneset).
Las imágenes, filmadas por el canal de televisión del parlamento y que pueden verse en las ediciones digitales de los principales medios locales, han sembrado de nuevo la polémica sobre las dudosas normas de conducta en la cámara, donde suelen ocurrir insultos e incluso se llega a forcejeos.
En esta ocasión es la parlamentaria Anastasia Mijaeli, del partido que dirige el ministro de Exteriores, Avigdor Lieberman, la que protagonizó el escándalo al levantarse en plena sesión y arrojar un vaso de agua al laborista Raleb Majadele.
"No lamento lo que hice. Espero de un hombre que se comporte con respeto hacia una mujer", dijo ella después del incidente en declaraciones a la edición electrónica del diario Yediot Aharonot.
Agregó que no está dispuesta a "tolerar que una personalidad pública hable de esa manera" y que espera que "lo ocurrido haga recapacitar a los hombres antes de sacar por la boca una palabra como fascista".
"Incluso en un mercado hablan con más educación", afirmó.
El incidente se originó en un fuerte intercambio verbal entre ambos en una sesión de la Comisión de Educación en la que se analizaba la participación de un grupo de adolescentes de una escuela árabe del sur de Israel en una manifestación por los derechos humanos en Tel Aviv.
Uno de los miembros de la comisión había pedido sancionar al director de la escuela, quien en cualquier caso ya había sido amonestado por el Ministerio de Educación poco después de la marcha.
Majadele, también árabe, defendía la acción del docente, a lo que Mijaeli le espetó a gritos que lo que hicieron los participantes es "marchar contra el Estado" y no por los derechos humanos.
Tras una breve pausa en las recriminaciones e insultos mutuos, Majadele prosiguió su intervención diciendo que "ni ella, ni ningún otro nos callará (a los árabes)", a lo que esta respondió lanzándole el vaso de agua y marchándose enojada de la sala.
"Es un comportamiento salvaje y fascista", consideró el legislador laborista, que adelantó que presentaría una queja a la Comisión de Ética.
El presidente del Parlamento, Reuvén Rivlin, del partido gobernante Likud, ha abierto expediente a la diputada derechista, que el pasado junio estuvo involucrada en otra trifulca con una legisladora árabe, Hanin Zuabi, por haber participado en 2010 en la Flotilla a Gaza, que pretendía romper el bloqueo contra el enclave costero controlado por el grupo terrorista Hamás.
En esa ocasión Mijaeli trató de apartar por la fuerza del micrófono a Zuabi cuando hablaba ante el Pleno y difamaba a Israel por su intervención militar.
Israel y la Unión Europea: ¿un cambio de tono?

Como era de esperar, la decisión del gobierno de Israel de publicar una licitación para la construcción de mil viviendas en la Margen Occidental y Jerusalén Oriental provocó una respuesta de Catherine Ashton (foto), Alto Representante de la Unión Europea para la Política Exterior y de Seguridad.
La respuesta del gobierno alemán y una declaración de los cuatro miembros europeos del Consejo de Seguridad, Alemania, Francia, Gran Bretaña y Portugal, eran menos esperados.
Estas críticas más o menos coincidieron con un documento escrito por los embajadores de la UE en Israel afirmando que algunos de los representantes proponen incluir el tema de los árabes israelíes en la agenda de la UE, y la presentación de una protesta ante el Ministerio de Exteriores israelí por el embajador de la UE en Israel después de la destrucción de viviendas palestinas en la zona E-1.
Esta protesta se produjo inmediatamente después de otra que el comisario europeo para la cooperación internacional, ayuda humanitaria y crisis presentó varias semanas antes con respecto a la evacuación de beduinos de la zona E-1.
Más allá de la respuesta israelí a las declaraciones de Ashton como la convocatoria al embajador de la UE para una conversación y la decisión del Ministerio de Relaciones Exteriores de publicar un comunicado, son inusuales en el ámbito de los conflictos entre Israel y la Unión Europea.
¿La coincidencia de varias declaraciones de miembros de la UE, en particular, y de la UE en general, o el contenido de estas declaraciones, sugieren un cambio en la posición de la UE?
¿Cuál es la razón de la respuesta de Israel? Fue el portavoz del gobierno alemán el primero (19 de diciembre de 2011) que se apresuró a emitir una condena a raíz de la decisión del gobierno israelí. Alemania expresó su profunda preocupación por la decisión y aconsejó al gobierno israelí en el sentido que anuncios de construcción de nuevos asentamientos tienen un efecto destructivo sobre los intentos de reanudar las conversaciones con los palestinos y socavan la confianza en el deseo de Israel de negociar.

La declaración exigió que Israel cancele la decisión de inmediato. El hecho de que el gobierno alemán decidió responder de esta manera refleja el cambio ocurrido el año pasado en la posición de la canciller Angela Merkel.
Si en el pasado optó por ocultar sus diferencias de opinión con el gobierno de Netanyahu en cuestiones diplomáticas y preferir un diálogo tranquilo, desde su visita a Israel a finales de enero 2011 la discreción fue reemplazada por el énfasis público en las diferencias de opinión y la falta de confianza en el primer ministro Netanyahu. A través de su portavoz, la canciller Merkel expresó sus reservas sobre la política de Israel en la construcción en los territorios (incluyendo Jerusalén Este) y las implicaciones de estas acciones unilaterales para la renovación de las conversaciones hacia una solución de dos estados.
La respuesta predecible de Catherine Ashton, debe ser vista como parte del ritual que se repite cada vez que se toma una decisión sobre la construcción en los territorios. La última Declaración de la UE (20 de diciembre de 2011) tras el anuncio en octubre (a raíz de la decisión de construcción en Givat Hamatós) y noviembre (después de la decisión de intensificar la construcción de los asentamientos en respuesta a la decisión de la UNESCO sobre la cuestión palestina).
Cada declaración incluye un conjunto estándar de motivos: la oposición a una decisión que contraviene el derecho internacional, y un llamado a anular la decisión que constituye un duro golpe a los esfuerzos por renovar el proceso de paz. Estas declaraciones se unen a las protestas diplomáticas presentadas periódicamente porque los hechos sobre el terreno en los territorios son para la UE una violación del derecho internacional y sabotean el esfuerzo para reanudar el diálogo.
Por el contrario, la declaración emitida por los cuatro miembros del Consejo de Seguridad no es de rutina. El debate en el Consejo de Seguridad y el anuncio israelí sobre la nueva construcción, llevaron a la decisión de publicar la declaración en ese momento. Refiriéndose a los acontecimientos actuales, el anuncio resalta la creciente violencia de los colonos, incluyendo la quema de mezquitas; pide la aplicación de las medidas aprobadas por el gobierno y el enjuiciamiento de los autores con todo el rigor de la ley.
El anuncio reiteró las posiciones conocidas de la Unión Europea, incluida la crítica de la construcción en asentamientos, lo que pone en peligro la solución de dos Estados y perjudica los esfuerzos del Cuarteto para renovar las negociaciones de paz; un llamado al cese inmediato de la actividad de la construcción; un llamado a ambas partes a presentar al Cuarteto, propuestas de gran alcance en materia de seguridad y las fronteras, tan pronto como sea posible (como seguimiento al anuncio del Cuarteto en septiembre).
Expresa preocupación por el estancamiento del proceso de paz, y la esperanza que las negociaciones se renueven y concluyan con éxito.
La declaración reitera los cuatro elementos esenciales para el éxito de las negociaciones: Un acuerdo sobre la base de las fronteras de 1967 e intercambio de territorios; medidas de seguridad; una justa, equitativa y acordada solución al problema de los refugiados; el cumplimiento de las aspiraciones de ambas partes sobre la cuestión de Jerusalén, con su estatus como la futura capital de dos estados que se resolverá mediante negociaciones.
El momento de la declaración de los cuatro miembros del Consejo no se determinó por la Comisión Europea y, en general, los anuncios no indican un cambio fundamental en la UE.
El comentario sobre la violencia de los colonos y la quema de mezquitas es inevitable, dadas las posiciones de principios de la UE, que no ve esto como una cuestión exclusivamente israelí.
El Ministerio israelí de Relaciones Exteriores expresó que lamenta lo que considera como la acusación desproporcionada de Israel y señalando su responsabilidad por la congelación del proceso de paz, así como las prioridades equivocadas acerca de las cuestiones más importantes. La expectativa oficial de Israel es que, dada la evolución histórica de la región, la Unión Europea dejará la cuestión de los asentamientos de Israel y que se centrará en los acontecimientos de la región. Es dudoso que las expectativas de Israel se cumplan.
Es más razonable asumir que la creencia de la UE que la solución al conflicto es un factor indispensable para la estabilidad en la región no va a cambiar, y, en consecuencia, las críticas a Israel, continuarán mientras siga siendo visto como el creador de obstáculos a una solución.
Por otra parte, si la postura del ministro de Educación - que a la luz de los acontecimientos en la región, entiende que deben considerarse otras alternativas al establecimiento de un Estado palestino - se convierte en parte del discurso oficial, la fricción entre Israel y la Unión Europea puede aumentar.
La UE no tiene intención de ignorar el tema. El presidente entrante del Parlamento Europeo dejó claro que la falta de avances en el proceso de paz está bloqueando la ratificación de los acuerdos para mejorar las relaciones entre Israel y la Unión Europea.
El gobierno de Israel haría bien si, en vez de ventilar su frustración, limita la fricción con los países que integran la “minoría moral”, que tienen gran valor estratégico para el futuro de Israel. Si Israel no planea sus movimientos con prudencia, la grave erosión en el apoyo a Israel entre los dirigentes y grandes segmentos de la población en Estados de la Unión Europea va a continuar.
La respuesta del gobierno alemán y una declaración de los cuatro miembros europeos del Consejo de Seguridad, Alemania, Francia, Gran Bretaña y Portugal, eran menos esperados.
Estas críticas más o menos coincidieron con un documento escrito por los embajadores de la UE en Israel afirmando que algunos de los representantes proponen incluir el tema de los árabes israelíes en la agenda de la UE, y la presentación de una protesta ante el Ministerio de Exteriores israelí por el embajador de la UE en Israel después de la destrucción de viviendas palestinas en la zona E-1.
Esta protesta se produjo inmediatamente después de otra que el comisario europeo para la cooperación internacional, ayuda humanitaria y crisis presentó varias semanas antes con respecto a la evacuación de beduinos de la zona E-1.
Más allá de la respuesta israelí a las declaraciones de Ashton como la convocatoria al embajador de la UE para una conversación y la decisión del Ministerio de Relaciones Exteriores de publicar un comunicado, son inusuales en el ámbito de los conflictos entre Israel y la Unión Europea.
¿La coincidencia de varias declaraciones de miembros de la UE, en particular, y de la UE en general, o el contenido de estas declaraciones, sugieren un cambio en la posición de la UE?
¿Cuál es la razón de la respuesta de Israel? Fue el portavoz del gobierno alemán el primero (19 de diciembre de 2011) que se apresuró a emitir una condena a raíz de la decisión del gobierno israelí. Alemania expresó su profunda preocupación por la decisión y aconsejó al gobierno israelí en el sentido que anuncios de construcción de nuevos asentamientos tienen un efecto destructivo sobre los intentos de reanudar las conversaciones con los palestinos y socavan la confianza en el deseo de Israel de negociar.

La declaración exigió que Israel cancele la decisión de inmediato. El hecho de que el gobierno alemán decidió responder de esta manera refleja el cambio ocurrido el año pasado en la posición de la canciller Angela Merkel.
Si en el pasado optó por ocultar sus diferencias de opinión con el gobierno de Netanyahu en cuestiones diplomáticas y preferir un diálogo tranquilo, desde su visita a Israel a finales de enero 2011 la discreción fue reemplazada por el énfasis público en las diferencias de opinión y la falta de confianza en el primer ministro Netanyahu. A través de su portavoz, la canciller Merkel expresó sus reservas sobre la política de Israel en la construcción en los territorios (incluyendo Jerusalén Este) y las implicaciones de estas acciones unilaterales para la renovación de las conversaciones hacia una solución de dos estados.
La respuesta predecible de Catherine Ashton, debe ser vista como parte del ritual que se repite cada vez que se toma una decisión sobre la construcción en los territorios. La última Declaración de la UE (20 de diciembre de 2011) tras el anuncio en octubre (a raíz de la decisión de construcción en Givat Hamatós) y noviembre (después de la decisión de intensificar la construcción de los asentamientos en respuesta a la decisión de la UNESCO sobre la cuestión palestina).
Cada declaración incluye un conjunto estándar de motivos: la oposición a una decisión que contraviene el derecho internacional, y un llamado a anular la decisión que constituye un duro golpe a los esfuerzos por renovar el proceso de paz. Estas declaraciones se unen a las protestas diplomáticas presentadas periódicamente porque los hechos sobre el terreno en los territorios son para la UE una violación del derecho internacional y sabotean el esfuerzo para reanudar el diálogo.
Por el contrario, la declaración emitida por los cuatro miembros del Consejo de Seguridad no es de rutina. El debate en el Consejo de Seguridad y el anuncio israelí sobre la nueva construcción, llevaron a la decisión de publicar la declaración en ese momento. Refiriéndose a los acontecimientos actuales, el anuncio resalta la creciente violencia de los colonos, incluyendo la quema de mezquitas; pide la aplicación de las medidas aprobadas por el gobierno y el enjuiciamiento de los autores con todo el rigor de la ley.
El anuncio reiteró las posiciones conocidas de la Unión Europea, incluida la crítica de la construcción en asentamientos, lo que pone en peligro la solución de dos Estados y perjudica los esfuerzos del Cuarteto para renovar las negociaciones de paz; un llamado al cese inmediato de la actividad de la construcción; un llamado a ambas partes a presentar al Cuarteto, propuestas de gran alcance en materia de seguridad y las fronteras, tan pronto como sea posible (como seguimiento al anuncio del Cuarteto en septiembre).
Expresa preocupación por el estancamiento del proceso de paz, y la esperanza que las negociaciones se renueven y concluyan con éxito.
La declaración reitera los cuatro elementos esenciales para el éxito de las negociaciones: Un acuerdo sobre la base de las fronteras de 1967 e intercambio de territorios; medidas de seguridad; una justa, equitativa y acordada solución al problema de los refugiados; el cumplimiento de las aspiraciones de ambas partes sobre la cuestión de Jerusalén, con su estatus como la futura capital de dos estados que se resolverá mediante negociaciones.
El momento de la declaración de los cuatro miembros del Consejo no se determinó por la Comisión Europea y, en general, los anuncios no indican un cambio fundamental en la UE.
El comentario sobre la violencia de los colonos y la quema de mezquitas es inevitable, dadas las posiciones de principios de la UE, que no ve esto como una cuestión exclusivamente israelí.
El Ministerio israelí de Relaciones Exteriores expresó que lamenta lo que considera como la acusación desproporcionada de Israel y señalando su responsabilidad por la congelación del proceso de paz, así como las prioridades equivocadas acerca de las cuestiones más importantes. La expectativa oficial de Israel es que, dada la evolución histórica de la región, la Unión Europea dejará la cuestión de los asentamientos de Israel y que se centrará en los acontecimientos de la región. Es dudoso que las expectativas de Israel se cumplan.
Es más razonable asumir que la creencia de la UE que la solución al conflicto es un factor indispensable para la estabilidad en la región no va a cambiar, y, en consecuencia, las críticas a Israel, continuarán mientras siga siendo visto como el creador de obstáculos a una solución.
Por otra parte, si la postura del ministro de Educación - que a la luz de los acontecimientos en la región, entiende que deben considerarse otras alternativas al establecimiento de un Estado palestino - se convierte en parte del discurso oficial, la fricción entre Israel y la Unión Europea puede aumentar.
La UE no tiene intención de ignorar el tema. El presidente entrante del Parlamento Europeo dejó claro que la falta de avances en el proceso de paz está bloqueando la ratificación de los acuerdos para mejorar las relaciones entre Israel y la Unión Europea.
El gobierno de Israel haría bien si, en vez de ventilar su frustración, limita la fricción con los países que integran la “minoría moral”, que tienen gran valor estratégico para el futuro de Israel. Si Israel no planea sus movimientos con prudencia, la grave erosión en el apoyo a Israel entre los dirigentes y grandes segmentos de la población en Estados de la Unión Europea va a continuar.
Israel se prepara para un posible ataque masivo de misiles.

Israel puede ser objeto de una serie prolongada de ataques de misiles. A lo largo y ancho del territorio del país en el curso de dos meses pueden estallar a diario hasta trescientos misiles iraníes Shabad-3 y sirios Scud C. Así evalúa la situación el mando supremo del ejército israelí, –informa el The Jerusalen Post.
Por vez primera los militares dicen que bajo la mira de los misiles también se encuentra Jerusalén. Antes se consideraba que la población árabe y los santuarios musulmanes de la ciudad la salvarían de los ataques misilísticos.
Antes del inicio de un eventual conflicto Israel espera alcanzar a crear y desplegar en torno a las grandes urbes una cantidad suficiente de baterías de defensa antimisiles. Sin embargo, difícilmente lo logre hacer antes de fines de 2013, mientras que los sistemas de defensa antimisiles existentes no garantizan una defensa total en caso de un ataque masivo.
No hay comentarios.:
Publicar un comentario